Isis y Osiris: ¿cuál fue la historia de estos dioses egipcios?
Saber quiénes fueron Isis y Osiris, dioses egipcios, es clave no sólo por lo importante del mito que los tiene como protagonistas sino, además, porque se trata de una de esas leyendas que explican el verdadero espíritu de una de las más fascinantes civilizaciones.
Esta historia explica perfectamente la religión y la espiritualidad de los antiguos egipcios, una cosmogonía compleja que no puede comprenderse bajo los estándares de las sociedades actuales pero que permite entender los secretos de sus dioses y entramados.
¿Quiénes fueron Isis y Osiris y por qué se popularizaron?
El principio del fin del reinado de Isis y Osiris en el Antiguo Egipto comenzó por una simple confusión. Osiris confundió a su esposa con la de su hermano, Neftis, que a su vez era la hermana de ambos. Osiris y Neftis intimaron, y meses después nació Anubis, el dios del reino de los muertos. Seth quiso vengarse y mandó construir un sarcófago con las medidas de Osiris, sin que éste lo supiera.
En una fiesta mostró el sarcófago a los invitados, y les dijo que sería para aquel que encajara. Todos lo fueron probado y, como resulta lógico, solo Osiris entró a la perfección. Una vez dentro, los sirvientes de Seth cerraron el sarcófago y dejaron a Osiris dentro.
Hijos del dios de la tierra y la diosa del cielo, Geb y Nut, respectivamente, eran pareja y a su vez tenían otros dos hermanos «casados». Hablamos de Set y Neftis. Sí, aunque para nosotros eso es algo impensado, las relaciones incestuosas entre dioses eran muy comunes.
En cualquier caso, cuentan los estudiosos de esta civilización que los problemas comenzaron por una cuestión de celos entre los hombres. Set, que reinaba en las regiones poco fértiles, tenía envidia de su hermano Osiris, desarrollador de todas las economías de la civilización.
Luego, algunos dicen que Osiris intimó con la mujer de Set, Neftis, y que al enterarse éste planeó una venganza especial para su hermano. Fabricó un ataúd y prometió que encerraría en él a quien cupiera. Como había sido diseñado para Osiris, fue el único que entraba en él.
Osiris logró salvarse una vez, pero Set lo encerró nuevamente y lo descuartizó en pedazos para que no pudiera continuar reinando. Conociendo las intenciones de su esposo, Neftis alertó a una Isis que rápidamente emprendió la aventura para recuperar todos los trozos.
Cuando lo logró, sobre el cuerpo inerte de su esposo concibió un hijo, Horus, que sería a la postre quien se vengaría de su tío y el asesino de su padre, Set. Esto convirtió a Isis y Osiris en dos de los personajes más inspiradores de Egipto, y por eso se les sigue recordando.
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